viernes, 25 de julio de 2025

La paradoja de la eficiencia

 Introducción

Imagina esto: Eres el empleado más eficiente de tu equipo. Cumples tus metas antes que nadie, entregas resultados impecables y nunca dejas una tarea pendiente. Tu recompensa: más trabajo. Mientras, tus colegas menos productivos siguen su ritmo, sin presión adicional.

Esta no es una ficción: es la cruda realidad que revela un estudio de la Universidad de Duke, publicado en el Journal of Personality and Social Psychology. Y explica por qué muchos talentos terminan quemados o renunciando, no por falta de capacidad, sino por exceso de injusticia.


El fenómeno: "Castigamos la eficiencia"

La investigación descubrió que:

  • Los jefes asignan hasta un 20% más de carga laboral a los empleados más productivos.

  • La lógica (fallida): "Si lo hace rápido y bien, puede con más".

  • El resultado: Estrés, desmotivación y rotación de los mejores talentos.

Dato clave: El 68% de los trabajadores eficientes considera injusta esta dinámica (y con razón).


¿Por qué sucede esto?

  1. Sesgo del "buen soldado": Se confunde disponibilidad con capacidad ilimitada.

  2. Falta de métricas claras: No se mide el esfuerzo invisible (gestión de carga mental, horas extras no pagadas).

  3. Cultura del "premio tóxico": Equivocar reconocimiento con explotación ("Te doy más trabajo porque confío en ti").


Consecuencias para las empresas

  • Pérdida de talento clave: Los empleados eficientes son los primeros en irse cuando encuentran entornos más justos.

  • Clima laboral envenenado: Resentimiento entre equipos y percepción de favoritismo.

  • Productividad ficticia: A corto plazo se cumple; a largo plazo, se colapsa.


Cómo romper el ciclo (soluciones prácticas)

Para líderes y equipos de RH:

  1. Recompensar, no sobrecargar: Bonos, flexibilidad o desarrollo profesional (no tareas extras).

  2. Distribuir cargas equitativamente: Usar herramientas como matrices de capacidad para asignar trabajo.

  3. Escuchar activamente: Encuestas anónimas sobre carga laboral percibida.

  4. Celebrar el "no" saludable: Empoderar a los empleados para fijar límites sin culpa.


Reflexión final: Justicia sobre eficiencia

El estudio de Duke nos deja una lección incómoda: Las organizaciones que premian la eficiencia con explotación están cavando su propia tumba. El futuro del trabajo exige:

  • Líderes que protejan a sus talentos, no que los consuman.

  • Culturas que midan el bienestar, no solo la productividad.

"Si quieres retener a los mejores, deja de castigarlos por serlo".



TRANSCRIPCIÓN DEL ARTÍCULO:

AMBIENTE LABORAL

NO PAGA SER EFICIENTE

Las personas que rinden en su trabajo son propensas a terminar sofocadas por su propia eficiencia. Un estudio de la Facultad de Negocios de la Universidad de Duke, en Estados Unidos, encontró que los jefes les imponen más carga laboral a quienes hacen bien su trabajo, lo que hace que se sientan más agobiados en comparación con los menos productivos. Debido a que estos trabajadores tienden a cumplir sus metas a corto plazo en un menor tiempo, dejan su trabajo porque no consideran justo que les pongan más carga que a los demás.

Para no perder estos buenos trabajadores, los expertos recomiendan a los jefes que a los más productivos les reconozcan sus esfuerzos y no los premien con más labores.

El trabajo apareció en Journal of Personality and Social Psychology. 

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