Corolario. Todo puesto es ocupado por un empleado incompetente. El trabajo genuino es realizado por los que no han alcanzado todavía su nivel de incompetencia.
¿Usted sabe o es jefe? Se aumenta el personal para remediar la incompetencia de los jefes, pero los recién llegados alcanzan con el tiempo su nivel de incompetencia. El principio de Dilbert afirma sarcásticamente que las compañías tienden a ascender a sus empleados menos competentes para limitar así la cantidad de daño que son capaces de provocar.
En determinadas situaciones, los puestos superiores pueden tener poca relevancia y el trabajo productivo lo hacen personas de la parte baja de la escala de poder.
La ley de Parkinson señala que el trabajo se expande para llenar el tiempo. Los jefes tienden a aumentar la cantidad de empleados. Mientras el Imperio Británico declinaba, más empleados había. El incremento en general es del 6% anual, haya o no más trabajo.
Se piensa que a más tiempo para hacer mayor será el número de problemas planteados. En las computadoras los datos se expanden hasta llenar el espacio de almacenamiento. Comprar más memoria incentiva el uso software que la use de forma más intensiva. Se ha observado en los últimos 10 años que el uso de memoria ha mostrado una tendencia a duplicarse aproximadamente cada 18 meses. Por suerte la densidad de memoria disponible a dinero constante también se duplica cada 12 meses, según la ley de Moore.
Corolario: Se crea trabajo para ocupar los horarios de la empresa. Los gastos crecen hasta el tope los ingresos. El tiempo de la agenda es inversamente proporcional a su importancia.
El arte de perder el tiempo y la ley de llenar los espacios vacíos se complementan para lograr que por mucho espacio que posea una oficina siempre hará falta más.
Efecto Dunning-Kruger. Un ignorante cree saber más de lo que sabe y que es más inteligente que los demás. Su incompetencia le dificulta reconocer sus errores.
En diversas actividades la ignorancia brinda más confianza que el conocimiento, como dijo Charles Darwin. Es un rasgo que los hombres poseen en mayor o menor medida.
Corolario: Un incompetente sobreestima su habilidad, es incapaz de reconocer la destreza ajena y de reconocer su insuficiencia. Pero si se entrena para mejorar, al final la aceptará.
La gente con conocimientos comete el error de subestimar sus competencias.
Quienes no pertenecen a organizaciones escapan al Principio de Peter y son más creativas. Las empresas que promueven la creatividad lo neutralizan, evitando que los incompetentes asciendan. Es una visión pesimista considerar que nos dirigen personas incompetentes. Es una lucha entre ineficientes y no entre superdotados, como sucede en el deporte.
Incompetentes sociales. El principio clave de la inteligencia emocional es la capacidad de escucha. Tenemos dos orejas y una lengua, es para escuchar el doble de lo que hablamos. Hay gente con competencia profesional e incompetencia social, son incompetentes muy bien preparados. No se enseña a vivir en sociedad, a “aprender a convivir”.
Generar lazos sociales es un valioso activo intangible que no tiene precio pero sí mucho valor. Sin embargo abundan jefes y profesionales muy capaces que provocan rechazo. En sus contactos ( sin tacto) 1 + 1 = 0, tal como les sucede a las parejas o equipos en conflicto.
Superar incompetencias. Aunque intentan comunicar, la imagen negativa que crearon, hace que el otro no pueda escuchar lo que les dice. Lo primario es advertir el problema. El feedback con la realidad evitará que su error se convierta en hábito. En inteligencia social se enseñan técnicas para destrabar incompetencias: role playing, sociograma, lenguaje corporal, entrenamiento de la voz, PNL, sensitivy traning, memes y genes, etc.
Las debilidades y las fortalezas hay que detectarlas en uno mismo. Las primeras para convertirlas en virtudes, las segundas para desarrollarlas. Las amenazas y las oportunidades están en el entorno. Las amenazas se transforman en oportunidades cambiando la visión negativa de la botella medio vacía por el enfoque creativo de la botella medio llena.
Las oportunidades aparecen cuando aflora la intuición. Los individuos con los cuales interactuamos y los nuevos personajes que conocemos son aliados estratégicos potenciales, si las relaciones mecánicas, condicionadas por la tarea, se conviertan en redes de alto valor agregado, generadas por la comunicación, la creatividad y el compromiso gana-gana.
Incompetencias sociales en la empresa. Las empresas pueden mejorar la inteligencia social de su gente según cómo conformen sus grupos de trabajo. El amiguismo debe evitarse para lograr la alta competencia. Para eso hay asociar individuos complementarios en sus aptitudes esenciales: creativos que generen las ideas, analíticos que elijan las mejores, ejecutivos que las lleven a la práctica y sociales que tejan los lazos internos y externos. Así crearán un todo social que resulte superior a la suma de sus partes.
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